Llevas un tiempo buscando ese tan deseado bebé. Tienes un retraso, corres a comprar un test de embarazo y… ¡positivo! ¡Estás embarazada! Durante unos momentos todo dentro de ti se remueve. La ilusión te invade: “¿Será niño?”, “¿Será niña?”, “¿Se parecerá a mí?” El júbilo y la alegría son protagonistas principales de tan íntimo momento. Pero una vez que todo vuelve a una aparente calma, el júbilo y la alegría dan paso a la incertidumbre y a los miedos: “¿Cómo voy a ser capaz yo de dar a luz?” “¿Lo haré bien?” “¿Qué tengo que aprender?”…
Puede que hayas escuchado a tu madre, tus abuelas o incluso alguna que otra amiga hacer mención al supuestamente “terrorífico dolor en el parto”. De ahí que te hagas la preguntas del millón: ¿A qué equivale el dolor en el parto? Porque… ¿el parto duele, no?
¿Cómo es el dolor en el parto?
Antes de profundizar sobre el tema es importante resaltar que cada mujer siente el dolor en el parto de manera diferente . Incluso una misma mujer puede vivir el dolor del parto de manera distinta en cada embarazo. Hay mujeres que afirman que el dolor del parto se parece a un fuerte dolor menstrual, a unos cólicos o retortijones, a un dolor de muelas e incluso hay quien no se atrevería a describirlo con palabras.
Lo que está claro es el que el dolor es subjetivo . La percepción del dolor es única e individual y viene muy influenciada por nuestra anticipación . Es decir, es muy probable que al pensar que vamos a sufrir un dolor horrible nuestros miedos en el embarazo y la ansiedad aumenten, lo cual se traduce en mayor dolor.
En líneas generales cuando hablamos del dolor en el parto nos referimos a un dolor rítmico que no se mantiene estable y que depende de las contracciones . Se produce debido a la dilatación, estiramiento y distensión del periné y de la vulva.
La postura forzada o la falta de libertad de movimientos pueden provocar un extra de dolor en el parto. Como parte positiva contamos con la puesta en marcha de pensamientos positivos, autoinstrucciones, técnicas de respiración y relajación o técnicas farmacológicas como la epidural para poder mitigarlo.
No obstante recuerda que es fundamental mantener una buena salud emocional en el embarazo también es clave a la hora de dar a luz.
Cómo saber si estoy de parto
Otra de las dudas que se encuentra en el “top 3” de preguntas de mujeres embarazadas es: “¿Cómo voy a saber que estoy de parto?””¿Y si no sé reconocer cuando me lleguen las contracciones?”
No te preocupes, lo sabrás. ¿Cómo? Cuando sientas que tu útero se contrae y se relaja. Las contracciones se caracterizan por tener picos de malestar y bienestar, contracción y expansión, tensión y calma. Algo así como cuando en el mar te ves arrastrada por alguna que otra ola. ¿Duelen las contracciones? Sí, por supuesto. Pero es un dolor que viene y va. Un dolor que cuando se acaba te da tiempo a reponerte, coger fuerza y volver a comenzar.
Las contracciones son musculares y no siempre son iguales ya que las funciones y las sensaciones suelen ir variando. Las primeras contracciones aparecen como un dolor lumbar, similar a los dolores de la menstruación. Se producen una vez que el cuello del útero comienza a transformarse y aplanarse (no tiene el por qué ser únicamente en el momento del parto). El dolor y la frecuencia se vuelven cada vez más intensos al tiempo que la dilatación del parto avanza. Aunque sigue localizándose en el útero se intensifica al provocar la distensión de la vejiga.
Llega el momento de empujar. Aquí se siente gran presión en el pubis, hueso sacro y esfínter anal al mismo tiempo que las contracciones son de gran intensidad. El cuerpo es sabio y aunque las contracciones parezcan un fastidio son esenciales para facilitar la adaptación de madre y bebé. De hecho se siguen produciendo una vez se ha dado a luz para evitar posibles hemorragias. Aquí puedes leer más sobre el posparto.
El poder de la oxitocina
Durante las contracciones nuestro cerebro envía órdenes a nuestro cuerpo para que genere endorfinas y encefalinas. ¿Para qué? Para que seamos más capaces de percibir y tolerar el dolor. Al mismo tiempo además de favorecer la involución uterina y prevenir hemorragias posteriores e inflamaciones del útero, también influye en la subida de la leche y en la posterior lactancia materna.
La oxitocina, en concreto, es la hormona de la sexualidad y de las contracciones, de ahí que incluso existan los partos orgásmicos. Sí, has oído bien, pero no te obsesiones con eso, simplemente has de saber que debes estar relajada e intentar que el entorno sea amable para ti. Si estas tranquila el baile hormonal sucederá y tu cuerpo se dispondrá a dar a luz a tu bebé y todo irá como debe ir, bien.
Herramientas que te facilitarán el proceso
Una vez que tenemos una idea de a qué nos enfrentamos es hora de aprender a controlarlo. Los expertos recomiendan contar con las herramientas que mejor le vengan a la futura mamá a la hora de afrontarlo. Informarse bien para tomar las mejores decisiones y tener la capacidad de decidir sobre las opciones de parto antes de dar a luz es clave. Aquí puedes saber más sobre el plan de parto.
También es de gran ayuda que tu acompañante pueda ayudarte durante el parto. En nuestras clases de preparación al parto online os damos herramientas para que te pueda ayudar a sobrellevar el dolor. Otra ayuda terriblemente importante e igualmente fácil, son frases de apoyo como “lo estás haciendo bien”, “todo va bien“, etc… Son frases que en el momento de la verdad ayudarán a calmarte y a sentirte segura durante esos momentos. Descubre aquí cuándo empezar la preparación al parto.
El dolor del parto depende no solo de causas físicas sino también de causas psicológicas y factores culturales (muy instaurados en nuestra sociedad). Por eso cobra relevancia cómo lleguemos al momento del parto. El mero hecho de sentir un miedo irracional al momento del parto aumenta de manera irrevocable la posibilidad de sufrir un parto doloroso. Silvia Alonso, matrona, afirma que “cuando la mujer hace una preparación previa y está relajada la adrenalina disminuye, no hay tanta vasoconstricción, los músculos están más relajados y entonces el dolor se reduce. En cambio cuando está tensa ocurre el efecto contrario y el dolor se dispara muchísimo”.
Respiración y Winner Flow
¿Sabías que la respiración es clave para controlar el dolor del parto? De eso Winner Flow sabe un poquito ya que es una de las grandes herramientas que puedes utilizar para prepararte.
Se trata de un silbato que pone una resistencia en la inspiración con el fin de activar la musculatura abdominal y el suelo pélvico. El objetivo es ayudarte a controlar las contracciones llegado el momento.
Dolor no es igual a sufrimiento
¡Ojo! Que no solo lo decimos nosotras. Ya lo afirmó Buda con su famosa frase célebre: “El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional”. Dolor y sufrimiento son conceptos totalmente diferentes.
De hecho… ¿te habías parado a pensar que el dolor del parto es el único que no se relaciona con ninguna enfermedad? No hay nada que haga pensar que algo va mal en nuestro organismo.
El saber es poder. Por eso en SingularMom, con nuestro curso online de preparación al parto queremos aportaros vuestra mejor arma para romper con vuestros miedos y vivir el parto con plenitud: la información.
¿Vamos a hacer que el dolor desaparezca? Rotundamente no. Sin embargo con nuestras clases sobre el parto queremos que conozcas tu suelo pélvico y que aprendas técnicas que te ayuden a manejar el dolor. Si sabes cómo responder ante las contracciones, sabrás cómo enfrentarte a este momento tan importante sin sufrir miedo y/o ansiedad. ¿A qué estás esperando?