El tan temido cólico del lactante. Sábado. Ocho de la tarde. Tu bebé, tu pareja y tú. Los tres en casa. La paz y la tranquilidad imperan en tu hogar. Definitivamente está siendo un buen día y estáis pudiendo aprovechar para descansar tras unas noches sin dormir. Os miráis a los ojos cruzando los dedos para que vuestro bebé siga así de tranquilo.
Pero de repente como si algo hubiera ocurrido sin que vosotros os hayáis percatado… rompe a llorar. De manera brusca, súbita, inmediata. Otra vez. Como cada tarde. Miráis al bebé, os miráis de nuevo a los ojos y os hacéis la pregunta: “¿Qué le ha pasado? ¿Tendrá hambre? ¿Querrá mimos? ¿O será el tan temido cólico del lactante?”
A lo largo de las siguientes líneas profundizamos sobre ello.
Mi bebé no para de llorar… ¿Por qué?
Eso de que todos los recién nacidos lloran ya lo sabemos más que de sobra. Sobre todo durante los primeros tres meses. Tranquila, es normal. Tu bebé está sano y es su manera de expresarte sus necesidades básicas ya que aún no es capaz de razonar ni decírtelo de otra manera.
Algunas de las dudas sobre la lactancia se relacionan con la pregunta: “¿Por qué llora mi bebé?” Por múltiples causas: porque tiene hambre, porque tiene frío, porque siente algún malestar, porque tiene gases, porque se siente solo y pide cuidados… O porque tiene cólicos.
¡Ojo! No todas las crisis de llanto de tu bebé se asocian con el cólico del lactante. Pero como siempre, vamos poco a poco.
El cólico del lactante es…
Cuando hablamos del cólico del lactante nos referimos a un llanto inconsolable. Una afección totalmente normal que aunque es molesta no suele tener mayor importancia médica. En torno a un 40% de los bebés sufren cólicos cuyo inicio se produce alrededor de la 3ª-6ª semana de vida. ¿Cuál es la buena noticia? Que es algo pasajero cuyo fin se produce de manera espontánea alrededor de los 4-6 meses de vida.
Se trata de episodios súbitos de llanto incontrolable, persistente e irritable que aunque pueden aparecer a cualquier hora suelen darse con mayor frecuencia por la tarde-noche. A veces el llanto se acompaña de enrojecimiento facial, pataleo, barriga hinchada,… ¿Esto ocurre por algún motivo en concreto? No, no existe ningún factor desencadenante y el desarrollo de tu bebé es totalmente normal.
El cólico del lactante se produce con independencia del sexo y de la cultura observándose con mayor frecuencia en niños que no son alimentados a través de la lactancia materna.
Causas del cólico del lactante
“¡¿Por qué, señor, por qué?!” – te preguntarás en más de una ocasión fruto de la desesperación de intensos minutos de profundo llanto. He ahí el quid de la cuestión ya que la causa es desconocida.
¿Intolerancia a la leche de vaca? ¿Digestiones pesadas y gases fruto de la inmadurez intestinal? ¿Consecuencia del rápido avance del alimento por el sistema digestivo del bebé? ¿Fruto de su temperamento? ¿Reflujo gastroesofágico?
Gemma Pujol, doctora de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica del Hospital Sant Joan de Déu afirma que “aunque no se conoce la causa exacta se cree que la microbiota intestinal junto con la inmadurez del sistema digestivo y la inmadurez del sistema nervioso central generan una respuesta anómala al estrés produciendo esos cuadros de llanto e irritabilidad”.
Para tu/vuestra tranquilidad lo recomendable es acudir a un pediatra, matrona o fisioterapeuta quien tras una exploración detallada (no es necesario realizarle ningún tipo de prueba de imagen ni análisis para saberlo) determinará si efectivamente el bebé sufre cólicos o por el contrario se trata de algo diferente. Consulta la posibilidad de cambiar de leche de fórmula o modifica algo de tu alimentación en caso de realizar lactancia materna. Aquí puedes leer más sobre nutrición en el embarazo.
¿Cómo sé si mi bebé sufre cólicos del lactante?
¿Quién conoce a tu bebé más que tú? Nadie. Una manera de saber si tu bebé sufre cólicos es aplicando la conocida “regla de los 3 de Wessel”:
- 3 veces por semana.
- Más de 3 horas llorando cada día.
- Un mínimo de 3 semanas.
Otro indicativo que podemos tener en cuenta es observar que el llanto desconsolado no cesa a pesar de cogerle en brazos y haber tratado de satisfacer sus necesidades. No obstante es importante analizar cada caso en concreto para saber qué ocurre. Aquí puedes leer más sobre las crisis de lactancia.
¿Tiene tratamiento el cólico del lactante?
Si has leído hasta aquí y te has emocionado pensando que podríamos darte una “fórmula mágica” que acabe con los cólicos de tu bebé… lo siento, no hay un tratamiento que por “arte de magia” los elimine de un plumazo. No obstante, ¡que no cunda el pánico!
Recomendaciones para calmar el cólico del lactante
Desde SingularMom queremos hacerte la vida un poquito más fácil. Aquí te dejamos una serie de recomendaciones para calmar el cólico del lactante:
- Aunque a veces te resulte complicado es fundamental que cuides tu salud emocional y estés lo más tranquila posible. Recuerda que tus nervios lo único que harán será complicarlo todo. Repite conmigo: Todo está bien.
- Una vez estés tranquila comprueba que tu bebé no llora por ninguna causa aparente: caca, pis, hambre, incomodidad, frío, necesidad de afecto… Busca un lugar tranquilo donde podáis estar solos.
- La estimulación sensorial prenatal no solo es positiva dentro del útero sino también fuera durante los primeros meses de vida. Apóyate en la música, en el movimiento, en las vibraciones y en las caricias para llevarlo a la calma.
- El porteo, las caricias, los besos y el contacto piel con piel pueden ser de gran ayuda.
- Apóyate en tu pareja y familia durante estos momentos. Durante esos llantos interminables es fácil perder los nervios, es importante apoyarse en la pareja y turnarse evitando en todo momento el zarandeo. Aquí puedes leer más sobre cómo afecta el embarazo en la pareja.
- Un fisioterapeuta especializado puede serte de gran ayuda. Algunas medidas posturales y masajes para cólicos que pueden servirte de ayuda son los siguientes: Para favorecer la movilidad intestinal flexiona y estira sus piernas hasta su pecho suavemente; masajea su abdomen y hazle ligeras presiones desde sus caderas hacia su barriga. En el siguiente enlace puedes tomar nota sobre algunas medidas que aconseja Tomás Heredia, fisioterapeuta y director de SingularMom, para calmar a tu bebé.
Está bien no estar bien. Haz de este tu mantra diario. Si cuidar de un bebé no es tarea fácil o sencilla… imagina lo que supone hacerlo cuando el pequeño sufre cólicos del lactante. La frustración, los nervios, la tristeza, la rabia o incluso la culpabilidad son emociones totalmente normales que pueden desencadenarse fruto del estrés, de la incertidumbre y del cansancio. Cuida de ti para poder cuidar de tu bebé. Lo estás haciendo muy bien.
En SingularMom queremos estar a tu lado a lo largo de todo el proceso de crianza, no solo durante el embarazo. Sabemos que el parto marca un antes y un después en tu vida. Nuestro deseo es acompañarte haciendo que el camino sea algo más fácil y llevadero.